El más simple descubrimiento, pero de máxima importancia en la fotografía, es la cámara oscura, un artefacto del que hasta el mago Merlín hizo referencia. Según él para confeccionar la cámara oscura era necesario hacerle un pequeño agujero con el cuerno de un unicornio. La utilizó para espiar a sus enemigos. Desde entonces, la fotografía encontró una de sus vocaciones.